16 de octubre de 2008

publicidad engañosa

dientes más brillantes, pelo más sedoso, piel sin arrugas, ¡LISSO O RIZADO EN UNA SSSSOLA PASSSADA!
Ssiempre, siempre caemos (caigo) en el mundo de las publicidades, donde la ropa es más blanca y las hamburguesas son del tamaño de la foto, pero no. tu cuádruple cuarto de libra con queso tiene el mismo tamaño que una común y la carne es del espesor de una feta de fiambre. el SIDA no se te va con actimel y la depresión tampoco.

hace aproximadamente 10 años, quizás hasta un 16 de octubre, estaba arrodillada en el piso del baño de mi casa sanisidrense. en mis manos tenía lo que había querido toda mi vida (o más bien ese último mes, pero bueno, tenía 5 años, para mí era una vida), la muñeca de La Sirenita. recuerdo la publicidad como si hubiera sido ayer: bajo el agua, la barbie Ariel nadaba y sacudía su pelo rojo de plástico, jugando con sus amigos peces. habrán sido mis ojos infantiles que no me dejaron ver la mano que movía a la misma, pero el caso es que yo estaba segura de que la ponías en el agua y nadaba cuál delfín en Aquarium. entonces ahí estaba yo, llenando la bañera con una emoción que nadie me iba a sacar; iba a ver a mi nuevo juguete nadar como por arte de magia y no podía esperar para verlo. n cuanto el agua llegó a la mitad, dejé caer la muñeca para que haga lo imposible. y esperé, esperé, pero Ariel flotaba boca arriba sin amagar a moverse, claro, es de plástico. después de llorar un buen rato, le corté todo su maldito pelo rojo, dejándola a lo varoncito. la miré a sus ojos pintados por coreanos y le dije con todo el dolor del mundo:- “no sos especial.” y la senté con sus compañeras en aquel living miniatura.


Diez años después, me encontraba yo frente al espejo del baño de mi casa Sanfernandense. no tenía una muñeca, pero casi. en mis manos tenía , según lo increíble de la publicidad, la octava maravilla del mundo. “plancha profesional BELLISIMA, liso o rizado en una sola pasada!” recitaba Giordano con una sonrisa picarona y un falso acento tano, mientras que una yegua rubia se hacía rulos a la velocidad de la luz ¿cómo no tentarse con semejante maravilla? y así fue que el día catorce del diez, mi cumpleaños, abrí un paquetote y la ví, ahí, en mis manos, el manto de Turín hecho planchita. la enchufé, encendí y me preparé para una experiencia del más allá. a mí, claro, me interesaba más el tema de los rulos dado que mi pelo ya es muy lacio por naturaleza, así que hice lo que suponía que debía hacerse para tener esos resortes dorados como la muchacha de la tapa. pero, ¿qué pasó? y nada, claro, nada pasó, pero bueno, todo puede fallar. me avivé que en la caja venía un dvd instructivo y dije “listo, ya, es a prueba de idiotas esto”. el video mostraba a una puberta sonriente que mediante movimientos, al parecer, bastante boludos, se hacía unos bucles que daban envidia. por favor, esto no puede ser más fácil, ¿no…? pero no apareció un puto bucle, un puto asomo de onda, NADA, NADA PASÓ.
y bueno, siempre es y será así. yo, con mi falso chiche nuevo y mis ilusiones rotas (?), llorando otra vez porque la señora televisión me engatusó otra vez.
¿saben qué? me cago en Giordano, Imantec, la golfa de pelo lindo, los rulos, el dvd instructivo, su acento italiano pedorro y en todos sus malcogidos muertos.

-MAMÁAAAAAAAAAAAAAA, ME QUEMÉ EL DEEEEDOOOOOOOO, AAAAAAAAAAAAIAAAAA..

:’ (











liso o rizado, en una sssola passssáda!

15 de octubre de 2008

el zoológico de cristal

tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la maga, pero soy todo lo contrario a un prestidigitador común. éste les da lindas ilusiones con las apariencias de la verdad. yo, en cambio, les doy la verdad con las gratas apariencias de la ilusión. los llevo a una callecita de Saint Louis... el tiempo en el que transcurre la acción es el lejano período en el que la enorme clase media de los Estados Unidos se matriculaba en una escuela para ciegos. sus ojos les fallaban, o ellos les fallaban a sus ojos, y por eso sus dedos eran cruelmente oprimidos en el voraz alfabeto braile de una economía en desintegración. en españa, había revolución; acá sólo gritos, confusión, conflictos obreros -algunos muy violentos- en ciudades por demás pacíficas como chicago, cleveland, detroit... esto es una comedia de recuerdos. como es una comedia de recuerdos, hay poca luz, es sentimental, poco realista. en la memoria todo parece acontecer con música, eso explica el violín que se escucha tras bastidores. yo soy el narrador de esta historia y también uno de sus personajes. los otros son mi madre Amanda, mi hermana Laura y un candidato matrimonial que aparece en las escenas finales. éste es el más realista de la pieza, por ser el emisario de un mundo del cual, en cierto modo, estábamos separados. pero como tengo la debilidad de un poeta por los símbolos, uso a este personaje como el demorado pero siempre esperado "algo" por el cual vivimos. hay un quinto personaje, que sólo aparece en una fotografía colgada en la pared. cuando vean la imagen de este sonriente caballero, sírvanse recordar que es nuestro padre, que nos abandonó hace mucho tiempo. era un telefonista que se enamoró de la larga distancia, de modo que renunció a su empleo en la compañía telefónica y huyó de la ciudad... la última noticia que tuvimos de él fue una posta de la costa mexicana del Pacífico, con un mensaje de dos palabras: "hola, adiós", y sin dirección. creo que el resto de la comedia se explicará por sí mismo.